El canciller de China urge a negociar el programa nuclear iraní y evitar tensiones. Fuente externa.
EL NUEVO DIARIO, PEKÍN.- El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, reafirmó este viernes el compromiso de su país con una solución diplomática y dialogada al programa nuclear iraní y rechazó el uso de sanciones unilaterales que «socaven la estabilidad regional», al presentar la posición de Pekín tras la reunión trilateral con Rusia e Irán celebrada en la capital china.
En el encuentro, el canciller chino, junto con el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Ryabkov, y su homólogo iraní, Kazem Gharibabadi, abordaron el estado del acuerdo nuclear de 2015, conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), que estableció límites al programa atómico de Teherán a cambio del levantamiento de sanciones internacionales.
Wang destacó que la solución a la cuestión debe basarse en «el respeto mutuo y el diálogo» y que cualquier intento de presión solo «agravará las tensiones», de acuerdo a un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores.
Pekín estableció su postura en cinco puntos, comenzando con la necesidad de resolver disputas mediante la vía diplomática y evitar medidas coercitivas que «socaven la estabilidad regional».
Asimismo, subrayó el derecho de Irán al uso pacífico de la energía nuclear dentro del marco del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), al tiempo que instó a Teherán a cumplir con su compromiso de no desarrollar armamento atómico.
China también llamó a reanudar el diálogo basado en el JCPOA y pidió a EE. UU. que «muestre voluntad política» para volver a las negociaciones.
En este sentido, Wang rechazó cualquier intento de activar el mecanismo de sanciones automáticas del Consejo de Seguridad de la ONU, advirtiendo que podría «echar por tierra años de esfuerzos diplomáticos».
Wang agregó que la estabilidad en Oriente Medio depende de un enfoque «gradual y recíproco», basado en la construcción de confianza y en la cooperación internacional.
China y Rusia buscan consolidarse como mediadores en un proceso donde Occidente ha endurecido su presión. En este contexto, Pekín apuesta por una desescalada, pero también ha reforzado su cooperación con Teherán a nivel comercial y energético, mientras que Moscú es un aliado clave del país persa en la escena internacional.
Mientras, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha confirmado que Teherán ya acumula 274 kilos de uranio enriquecido al 60 %, acercándose al umbral de uso militar.
Además, habría acelerado significativamente su programa nuclear en los últimos meses, multiplicado por cuatro su ritmo de enriquecimiento de uranio al 60 % y reducido la cooperación con los inspectores del OIEA.
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