dom. Jul 13th, 2025
Prof. Ramón MartínezProf. Ramón Martínez

SANTO DOMINGO, República Dominicana, (12 de julio 2025).-La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), como la Primada de América, ha sido testigo de gestiones que marcan épocas por su compromiso humano, entrega institucional y visión de servicio. Una de esas gestiones inolvidables ha sido la del maestro Ramón Martínez, al frente de la Dirección de Bienestar Estudiantil.

En tiempos donde la precariedad de condiciones físicas y tecnológicas del departamento podría justificar la inercia o la mediocridad, el maestro Ramón Martínez y su equipo decidieron hacer de lo poco, mucho. Sin aire acondicionado, sin conexión estable a Internet, sin líneas telefónicas internas y con mobiliario deteriorado, este equipo logró elevar la Dirección a un nivel de operatividad y cercanía con el estudiantado nunca antes visto.

Un líder de servicio, no de oficina
Más allá de los obstáculos materiales, lo que caracterizó esta gestión fue su visión de bienestar integral. No se trató únicamente de entregar ayudas o becas, sino de acompañar a los estudiantes en procesos complejos, de tender puentes humanos y solidarios en momentos críticos. Se atendieron cientos de casos con celeridad, se fortalecieron los programas de alimentación, transporte y becas de estudio y trabajo, y se promovió un trato digno para todos los estudiantes, sin distinción política, económica o social.

El maestro Ramón Martínez transformó un departamento limitado en recursos, en una unidad de esperanza para miles de jóvenes, gracias a su liderazgo participativo, su ética de trabajo y el apoyo incondicional de los servidores comprometidos que le acompañaron.

Una sustitución incomprensible e injusta

La reciente decisión de la Rectoría, encabezada por el Dr. Editrudis Beltrán, de sustituir al maestro Ramón Martínez de la Dirección de Bienestar Estudiantil, ha generado sorpresa, malestar e indignación en amplios sectores universitarios. Resulta incomprensible que, en lugar de fortalecer una gestión probada y humana, se opte por una decisión que, más que técnica, parece responder a intereses ajenos al bienestar real del estudiantado.

Es una acción que desconoce los logros concretos obtenidos sin condiciones básicas de trabajo, y que envía un mensaje desalentador a quienes, dentro de la academia, aún creen en el mérito, la entrega y el servicio desinteresado como valores fundamentales de la función pública universitaria.

El legado no se borra

A pesar de esta decisión, el legado del maestro Ramón Martínez queda firmemente inscrito en la memoria institucional de la UASD. Su ejemplo debe ser guía para las futuras gestiones, y su remoción debe ser reflexionada como un error de conducción que no solo afecta a una persona, sino al conjunto de estudiantes que vieron en su oficina una mano amiga y una respuesta oportuna.

Hoy más que nunca, la comunidad universitaria debe valorar a quienes se entregan a servir desde la dignidad, la humildad y el compromiso social. Porque en la UASD, más que nunca, los estudiantes merecen servidores, no burócratas.

Fuente: Externa

Coordinan por Grupo Crónicas: Evangelina de los Santos de la Rosa y Helen M Terrero V

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