vie. Abr 18th, 2025

DEPORTES, (8 DE ABRIL 2025).-Los Mets de Nueva York guardaron un minuto de silencio antes del partido de este martes frente a los Marlins de Miami en honor al expelotero Octavio Dotel, quien falleció la madrugada de hoy en el desplome de una discoteca en Santo Domingo de nombre Jet Set.

Dotel jugó con los Mets de Nueva York en la temporada del 1999.

El exlanzador dominicano de las Grandes Ligas Octavio Dotel se encuentra entre las más de 50 víctimas mortales del colapso, la madrugada de este martes, del techo de la discoteca Jet Set, en la capital, donde cantaba el merenguero Rubby Pérez.

Informaciones de la sala de emergencias del Hospital Central de las Fuerzas Armadas confirmaron el deceso de Dotel, de 51 años.

Dotel permaneció por 15 temporadas en las Grandes Ligas, donde lanzó para numerosos equipos.

El exserpentinero era amigo de Rubby Pérez, a quien conoció a través del hermano de este y rambién exjugador de las Grandes Ligas Neifi Pérez.

En los tiempos en que Neifi Pérez se iniciaba en el béisbol profesional, su hermano Rubby acudía con frecuencia al Estadio Quisqueya Juan Marichal para verlo jugar para los Leones del Escogido.

Dotel fue rescatado con vida de los escombros, pero con graves heridas que le causaron la muerte.

El diestro dominicano lanzó para equipos como los Yanquis de Nueva York, los Astros de Houston, Atléticos de Oakland, Medias blancas de Chicago y los Tigres de Detroit.

Los expeloteros dominicanos Esteban Germán y Tony Blanco, quienes también se encontraban en el lugar del siniestro, lograron sobrevivir.

Los muertos en el accidente se elevan ya a 44, mientras que 146 personas han sido trasladadas a centros sanitarios, según cifras provisionales facilitadas por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE).

De acuerdo con el último informe del COE, continúan “intensamente” las labores de búsqueda y rescate en la discoteca Jet Set, “enfocadas en la remoción de escombros pesados, con la esperanza de seguir localizando víctimas”.

Fuente: NDigital

Coordinan por Grupo Crónicas: Evangelina de los Santos de la Rosa y Helen M Terrero V

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