mar. Mar 25th, 2025


Siendo participante del Curso Internacional de Formación en Competencias Laborales en el Sector Público del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) y conociendo los diferentes marcos de competencias existentes para el sector público, identifiqué que en la República Dominicana no contábamos con un Diccionario de Competencias y Comportamientos dirigido a los Docentes. Esta ausencia evidenció una oportunidad clave para aportar al fortalecimiento del desempeño docente en el ámbito gubernamental. Motivada por esta necesidad, decidí presentar este Diccionario como el trabajo final del curso, con el respaldo del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), con el propósito de sentar las bases para una gestión más estructurada y efectiva del talento docente en el sector público.

Si ya contamos con la Guía Referencial Iberoamericana de Competencias Laborales en el Sector Público, aprobada en 2016 por la XVII Conferencia Iberoamericana de Ministras y Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado, y con el Diccionario General de Competencias y Comportamientos para la Administración Pública del Ministerio de Administración Pública (MAP), 2018, ¿por qué no desarrollar un diccionario específico para los docentes? A partir de esta reflexión, asumí el desafío de diseñar una herramienta que reconociera y fortaleciera las competencias clave del cuerpo docente, contribuyendo así a la excelencia educativa y a la profesionalización del sector.

Identifiqué en este proyecto una oportunidad para innovar y aportar significativamente a la educación, con el firme propósito de elevar la calidad docente y fortalecer la profesión. Este diccionario no solo responde a las demandas del contexto educativo dominicano y del sector público, sino que también impulsa el desarrollo de competencias esenciales para una enseñanza de excelencia.

Muchos se preguntarán: ¿qué es el Diccionario de Competencias y Comportamientos Docentes (DCCD) y por qué es tan relevante? Se trata de una herramienta fundamental para la profesionalización docente, que define, describe y clasifica las competencias y comportamientos esenciales para un desempeño efectivo en el aula. Pero va más allá de una simple referencia; es una guía para la reflexión, el crecimiento profesional y la excelencia educativa, diseñada para acompañar a cada docente en su desarrollo y fortalecimiento dentro del contexto educativo.

Podemos decir, además, que este Diccionario sirve como marco de referencia común para todos los docentes, especialmente para el INAP, siendo un instrumento esencial para el desarrollo de una docencia de calidad y una educación equitativa e inclusiva.

Las competencias docentes se refieren a las habilidades y conocimientos que los docentes necesitan para realizar su trabajo de manera efectiva. En ese mismo sentido, los comportamientos docentes se refieren a las actitudes y valores que los docentes deben demostrar en su trabajo diario.

Tal como indica nuestro maestro y director del INAP, Gregorio Montero “la construcción de nuevos conocimientos y saberes y el desarrollo de competencias en los servidores públicos es un asunto crucial para asegurar la efectividad de las instituciones estatales y la calidad en gestión de los servicios públicos”, esta afirmación cobra especial relevancia donde la profesionalización del servidor público es una prioridad para consolidar un Estado eficiente y orientado al ciudadano.

En este marco, el DCCD emerge como una herramienta innovadora y estratégica para fortalecer la formación de los docentes responsables de la capacitación de los servidores públicos. Su desarrollo responde a la necesidad de contar con un instrumento que estandarice y clarifique las competencias esenciales que deben poseer y desarrollar los formadores del sector estatal, asegurando así que la enseñanza impartida sea pertinente, actualizada y efectiva.

El impacto del DCCD se extiende más allá del ámbito educativo, ya que influye directamente en la mejora del desempeño de los servidores públicos en sus respectivos roles. Al definir con precisión las competencias necesarias en distintos niveles de dominio, el diccionario permite una evaluación más objetiva y estructurada de las capacidades docentes, facilitando la identificación de áreas de mejora y promoviendo un enfoque de formación continua. De esta manera, se fomenta un aprendizaje significativo que se traduce en mejores prácticas dentro de la administración pública.

Además, la implementación de esta herramienta permite al INAP fortalecer su papel como ente rector en la capacitación de los servidores públicos, garantizando programas formativos alineados con las exigencias del entorno institucional y las expectativas ciudadanas. En un contexto donde la tecnología y la innovación redefinen constantemente el ejercicio de la función pública, contar con un modelo de evaluación y desarrollo de competencias docentes basado en criterios objetivos y medibles es fundamental para responder a los desafíos de la modernización del Estado.

El DCCD no solo beneficia a los docentes sino que también impacta positivamente en la calidad de los servicios que reciben los ciudadanos. Un servidor público mejor preparado es garantía de procesos más eficientes, decisiones mejor fundamentadas y una administración más transparente y orientada al bien común. Por ello, la inversión en la formación y evaluación de competencias docentes debe ser vista como una apuesta estratégica para la mejora continua del sector público.

Por ello, la construcción del conocimiento y el desarrollo de competencias en los servidores públicos no es solo un objetivo deseable, sino una necesidad impostergable para el fortalecimiento del Estado. En este sentido, el Diccionario de Competencias y Comportamientos Docentes se posiciona como un instrumento clave para asegurar que la formación impartida cumpla con los más altos estándares de calidad, contribuyendo de manera directa a la profesionalización del servicio público y, en última instancia, a la mejora de la vida de los ciudadanos. Ser docente es más que enseñar; es transformar, guiar y cultivar competencias que trascienden el aula y construyen un mejor futuro para la sociedad. El docente no solo transmite conocimientos, sino que moldea conductas, inspira vocaciones y construye el cimiento de una sociedad más preparada y ética.

AUTORA: GERMANIA ALTAGRACIA FRANCISCO FÉLIZ





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