Por Laura Merán
REPÚBLICA DOMINICANA, (12 de junio 2025).-San Juan de la Maguana es un territorio bendecido por la naturaleza, donde cada río, cada fuente hídrica y cada gota de agua representa el corazón de una región que vive de la agricultura, el consumo humano y el equilibrio ecológico. Más de 300,000 tareas de tierra dependen de estas aguas para la producción agrícola, y miles de familias encuentran sustento en los ríos que han fluido durante generaciones.
Pero hoy, ese mismo tesoro que nos da vida enfrenta una amenaza: la minería. Un proyecto minero en San Juan significaría un golpe irreversible para la cuenca hidrográfica, contaminando las aguas que riegan el Valle de San Juan, Azua, Barahona y otras zonas del sur. No es solo una preocupación ambiental, es una lucha por el derecho a existir, porque sin agua, San Juan muere.

¿Por qué la minería es una amenaza mortal para San Juan?
- Riesgo de contaminación: La minería puede afectar la calidad del agua con residuos químicos y metales pesados.
- Impacto agrícola: La reducción del agua disponible podría afectar la producción en más de 300,000 tareas de tierra.
- Desplazamiento comunitario: La instalación de minas altera el ecosistema, desplazando comunidades y afectando su forma de vida.
- Daño irreversible al medio ambiente: La minería puede degradar los suelos, contaminar el aire y provocar la deforestación de nuestras montañas.
El agua vale más que el oro
Los defensores de la minería prometen empleos y desarrollo, pero ¿a qué precio? Un proyecto minero dura unos años, pero el daño al agua dura para siempre. No hay dinero suficiente que pueda comprar ríos limpios, aire puro y cultivos sanos. El oro puede ser un metal valioso en el mercado, pero sin agua no hay vida.

San Juan debe levantar su voz en defensa de su agua. Cada agricultor, cada familia, cada líder comunitario tiene el deber de proteger nuestras fuentes hídricas. No podemos permitir que intereses ajenos destruyan el equilibrio ecológico de toda una región solo por ganancias pasajeras.
La historia ha demostrado que los pueblos que defienden su agua garantizan su futuro. Hoy es el momento de actuar. Hoy es el momento de decir con fuerza: Agua sí, oro no.
Unidos por San Juan, por el Sur y por el agua
La lucha por el agua es la lucha por la vida. No dejemos que la minería destruya lo que nos pertenece. Unámonos, alcemos nuestras voces y protejamos nuestro tesoro más sagrado: el agua de San Juan.
Agua sí, oro no. ¡San Juan no se vende!
Fuente: Laura en Sociedad
Coordinan por Grupo Crónicas: Evangelina de los Santos de la Rosa y Helen M Terrero V