¿Quién nos ha robado el mes de abril? No logro sacarme de la mente esta parte del estribillo de la canción de Sabina. Como si se tratara de una perdida muy mía, he llorado como si fueran mil golondrinas migrando del cielo como grito a la tragedia.
Pero, cuando mis hermanos lloran ¿Por qué yo no he de llorar? La tragedia nos tocó la puerta a todos y con ella surge la pregunta ¿Cómo pudo sucederme a mi? Preguntas, preguntas y un silencio como respuesta es lo único que nos sirve en medio de este duelo, mirar al cielo y apegarnos a que la suprema unción de Dios nos traerá consuelo, pero mientras tanto en nuestros rostros las sonrisas se fueron.
¿Quién nos robó el mes de abril? Estados Unidos con su 11 de septiembre, nosotros con nuestro 8 de abril, que nos marcó el alma como pintor con pincel en mano trazando en el lienzo; surcando la memoria del colectivo cual esperanza se iba entre los gritos, la humedad de los rescatistas, las lágrimas de los familiares, las ambulancias, otro grito de desesperación de una madre enterándose de perder uno o más de sus amores y miradas perdidas de niños en casas, viendo la agonizante preocupación de sus familiares con una búsqueda violenta en silencio como para no darles por enterados que sus padres, nunca más les abrazarán al despertar o le darán un beso al dormir.
Las horas se hicieron largas, no había humano que con palabras sirviera de ungüento a las heridas que nos hiciera la onda lenta de la muerte, donde se eclipsaron sueños y lo único que surge es aquel estribillo ¿Quién nos ha robado el mes de abril? Confieso, que mientras escribo esto un viernes de dolores, cala en mis sentidos la pena más profunda de mi vida, al final todos teníamos allí, en aquel lugar que se convirtió en el acto segador de nuestras alegrías un familiar e insisto un familiar porque allí había el primo de un amigo, cual es mi primo. El hermano de un amigo, cual es mi hermano. Los padres de un amigo, cuales son mis padres. Carajo.
¿Quién nos ha robado el mes de abril?
Es la pregunta que tendremos que responder como colectivo, en estos momentos donde el dolor no parece pasar, donde la desesperación apenas inicia. Donde el optimismo no funciona en esta guerra fría, donde lo único que resalta son los ojos llorosos de un pueblo que grita ¿Quién nos ha robado el mes de abril? Dominicanos, estas palabras no serán suficientes para consolarnos, pero es una carta a la conciencia de todos nosotros.
¿Quién nos ha robado el mes de abril? Pudiera responderse con lo que muchos conocemos, que son otras preguntas que hasta que no baje la marea de la incertidumbre no podremos responder ¿falta de supervisión? ¿falta de legislación? Son algunas de las que surgen, cuando el pueblo grita querer ver cabezas rodar es la furia, la agresividad no más que el instinto natural de perseguir y castigar ¿Será que algo sucederá?
Que este adiós que nos hacemos con quienes amamos, porque sí; los amamos como pueblo, como familia, donde todos somos: hermanos, primos, amigos, tíos, sobrinos. En esta sala de espera que se nos hace tan dura donde todas nuestras vidas se pusieran en una maleta y lanzadas a los perros del dolor.
¿Quién nos ha robado el mes de abril? Si no es una carta al silencio y rabia que nos abruma, es más bien una carta para que aquellos que toman decisiones, que son quienes muchas veces sirven como jueces y en ocasiones partes, puedan hacer un alto y pensar que la desgracia nos llega a todos. A los de apellido de renombre, pero también aquellos de apellidos no tan reconocidos.
¿Quién nos ha robado el mes de abril? Debe servir para que dentro de la planificación presupuestaria del Estado se prioricen inversiones en entrenamientos, en incentivos, en equipamientos para cuando lo inevitable surja podamos enfrentar con mayor celeridad este tipo de eventos. ¿Quién nos ha robado el mes de abril? Debe ser una pregunta para aquellos que hacen y supervisan leyes ciertamente lo hagan. Porque cuando aquel que puede hacer el bien no lo hace, maldad genera ante su prójimo.
¿Quién nos ha robado el mes de abril?
Este viernes dolores, con 221 heridas que no creo que cicatricen, donde no surge la voluntad de un volvamos a empezar ¿Quién empieza cuando todo termina? Cuando quienes han servido de héroes por muchos años se nos desploman (cosa valida, estamos con usted mi general Méndez) es porque el dolor sin dudas congoja hasta el más fuerte. Gracias a los rescatistas, a los voluntarios, a las organizaciones como Jompeame y a los miles de dominicanos que van apoyándonos en medio de esta habitación donde el dolor y el desconsuelo comparten lugar.
¿Quién nos ha robado el mes de abril?
Señor presidente, queremos respuestas concretas y firmes no solo por este hecho si no más bien por las decenas edificaciones que están en un estado visiblemente peor pero cuando mirar al otro lado se hace lo cotidiano, la maestra vida nos enseña que al final el peso nos toca igual a todos. Velemos por un mañana donde el pueblo logre levantarse, donde la resiliencia vuelva y surja en medio de todo esto.
Confío en Dios, que el consuelo llegará a su tiempo, mientras.
¿Quién nos ha robado el mes de abril?