Resulta lamentable el suceso ocurrido en la madrugada de ayer martes, en la que, de la discoteca Jet Set, del Distrito Nacional, se desplomó el techo, en el que fallecieron alrededor de ciento trece personas útiles al país, un sinnúmero de hospitalizados, ya que en su mayoría eran profesionales de clase social encumbrada, siendo otros triunfadores en el deporte del béisbol, como lo fue Octavio Dotel, el hijo del actual Ministro de Obras Públicas, otros del ambiente artístico como lo era el súper merenguero Rubby Pérez, que se caracterizaba por haber sido un gran intérprete de nuestro merengue, muy alegre y locuaz, bailarín cien por ciento, quien nos alegró desde que formó parte de la Orquesta del Maestro Wilfrido Vargas, entre otros con su merengue VOLVERÉ, de recordación obligada en la época de la Navidad, sirviendo Rubby en parte de parachoques, en contra de alguna música foránea, que ha estado carcomiendo y maleducando a buena parte de nuestra juventud.
Cuando observamos el firmamento podemos darnos cuenta de que una estrella puede brillar más que otra, siendo esto posible en el accionar de nuestros pasos por el mundo. Es innegable que no somos dueños de la vida, solo Dios tiene esa cualidad. Es tanto así que duramos veinticuatro horas al día en nuestros cuerpos, sin estar seguros muchas veces del porqué de algunas de nuestras acciones. Muchas veces ni sabemos por qué realizamos tal o cual cosa, ya que ni nosotros mismos nos conocemos.
Una de las frases más famosas y sustanciosas del filósofo griego Sócrates que tiene utilidad actual, cuya frase fue «conócete a ti mismo», diciendo también Jesús otra frase similar: «no hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a ti»; otra de las frases principales de Sócrates, que al igual que Jesucristo, no escribió nada acerca de él, lo que sabemos de ellos es a través de sus discípulos y seguidores. Siendo Sócrates tan humilde que, siendo uno de los filósofos más importantes de su tiempo, a una pregunta de las tantas que le hicieron, dijo simplemente «que él solo sabía que no sabía nada».
Más tarde, siglos después, Jesucristo basó su prédica en el amor, siendo una de sus famosas frases «que los humanos debemos amar al prójimo como a nosotros mismos», pudiendo ser ese prójimo hasta nuestros enemigos, queriéndonos transmitir estos dos grandes personajes de la historia mundial, llegando Jesucristo hasta a lo divino, que entre los humanos hay cierta interconexión que a veces sentimos el mal del otro.
Todo fallecimiento de una persona, máxime este caso que nos ocupa, en el que fallecieron tantas personas, caso este que ha lacerado nuestros sentimientos como sociedad, porque son personas que estarán ausentes por lo menos físicamente para encontrarnos en el más allá o vida sin retorno, en el que Dios juzgará sin apelación nuestras acciones en nuestro paso por el mundo terrenal, juicio este donde no tendrán cabida ni el soborno, ni el tráfico de influencias, que se materializa en algunos casos, ya que será un juicio imparcial, donde nuestra inocencia solo podremos basar nuestra defensa, alegando y demostrando nuestras buenas acciones y solidaridad para con los más necesitados. Pecaditos estos que se dan con bastante frecuencia en nuestro mundo.
Mis condolencias para los familiares y amigos(as) de los(as) fallecidos(as).
QUE DIOS LES GUARDE, LES CUIDE Y LES DÉ SU SANTA BENDICIÓN.
Por: Osvaldo A. Basilio Reyes, su servidor.