En una consistente práctica de impunidad hemos dejado que se normalicen muchas irregularidades.
El convencimiento aparece entre los violadores y muchos de los críticos cuando se quiere hacer frente a la situación. Cumplir las leyes y las reglas de convivencia deben ser parte de la cultura de la sociedad.
República Dominicana destina enormes recursos humanos y económicos en períodos especiales, como Semana Santa, Navidad y Año Nuevo, por controlar los excesos de la gente y los resultados son lamentables.
Treinta y dos fallecidos en el asueto de la Semana Mayor son demasiados en un contexto de duelo por la tragedia del Jet Set y las coordinaciones del COE y los medios para dar cobertura.
Es la crisis de la ley.