CURIOSIDADES:
¿Sabías que uno de los analgésicos más potentes del mundo fue descubierto por un joven aprendiz en el siglo XIX… y que lo probó primero en sí mismo?
En 1804, el farmacéutico alemán Friedrich Wilhelm Sertürner logró un avance sin precedentes: aisló por primera vez un principio activo del opio, una sustancia que desde la antigüedad se usaba para calmar el dolor. Tras disolver opio en ácido y neutralizarlo con amoníaco, obtuvo unos cristales con sorprendentes propiedades sedantes.
Primero los probó en animales, pero luego decidió experimentar en sí mismo y en algunos voluntarios. Los efectos fueron claros: somnolencia profunda, euforia, confusión y alivio del dolor. Así nació la morfina, llamada así en honor a Morfeo, el dios griego del sueño.
Sertürner no imaginaba que su descubrimiento cambiaría la historia de la medicina. Su reconocimiento tardó en llegar, y con el tiempo, el propio inventor desarrolló dependencia a la morfina, falleciendo en 1841 sin haber visto el verdadero impacto de su hallazgo.
Décadas más tarde, la invención de la jeringa hipodérmica permitió su uso intravenoso, transformando la morfina en una herramienta esencial en cirugías, guerras y cuidados paliativos.
Una historia real que nos recuerda que la ciencia avanza gracias a la curiosidad, el riesgo y muchas veces, al sacrificio personal.
Fuente: Mi Cuenta Médica
Coordinan por Grupo Crónicas: Evangelina de los Santos de la Rosa y Helen M Terrero V