Al igual que todos los de mi generación he sufrido mucho la inesperada e infausta partida del maestro Rubby Pérez, deleitó nuestros sentidos con su elevada voz siempre dispuesta a cantar el verso que invita a la elevación del espíritu, acompañó con sus canciones nuestros juveniles amoríos, no nos avergonzó como nación, al contrario, nos elevó con su conducta discreta y pundonorosa, duele y dolerá, de manera que todo homenaje que se haga a su memoria es merecido y muy válido. Sin embargo, debemos anotar que siempre dependerá de quien venga el honor, porque quien no lo posee no lo puede dar.
Me apenó sinceramente ver otros iconos de nuestro arte, ídolos al igual que Rubby, sus amigos e hija, @SergioVargas15 , @fervillalona , entre otros, recibiendo honores póstumos en su honor de manos del dictador @NicolasMaduro , el mismo que masacra el pueblo que Rubby tanto amó.
Comprendo que el arte no es política, no los juzgo ni pido que se les estigmatice, sus sentimientos fueron sanos, sin embargo, si me animo a decirles que deben comprender, que si bien el arte no es política, si es el espacio donde habita la libertad en el más puro de los sentidos, que es el arte el que persigue desde el alma el sublime placer del libre albedrío de los sentidos puestos al servicio de la belleza, sea en el verso, en la prosa, el lienzo, el canto o en cualquiera de sus expresiones. No es sano para la memoria de @rubbyperez que una persona que como @NicolasMaduro pisotea la libertad le honre, de manera que me quedo con las espontáneas expresiones del pueblo llano, del venezolano que amó Rubby y los que aún le aman, con el hermoso gesto de un niño esculpiendo su rostro y no con el gesto hipócrita de un sátrapa que solo intentó instrumentalizar el sentimiento de los demás.
El arte no es política pero está llamado a dar la espalda por respuesta cuando le convoca la iniquidad.
Por José Ricardo Taveras Blanco
(@JoseRicardoTB )