lun. Jun 16th, 2025

Porque la universidad es otra cosa

«He aprendido que lo diferente no es un problema. Es un privilegio». Buika

Conocer su historia ha sido, para mí, como beber el vaso de agua que calma la sed del alma. Esa sed que nace de la ignorancia y del desconocimiento; esa que, una vez saciada, me impulsa a pedalear hacia una meta de satisfacciones personales que solo se alcanza cuando se supera el límite del acervo propio.

No la encontré físicamente, sino de forma literal y musical. Fue en medio de esas elucubraciones cotidianas que tanto me enorgullecen —porque me alimentan en conocimiento musical y literario— donde Buika apareció como revelación.

Descubrir que María Concepción Balboa Buika, o simplemente Buika, ha residido en los últimos tiempos entre Miami y nuestra República Dominicana, y que incluso eligió nuestra patria para comenzar su exitosa gira “Buika Music World Tour”, ha sido motivo de inmensa satisfacción. No es poca cosa que una figura de su talla se conecte con esta tierra.

Aunque nació el 11 de mayo de 1972 en Palma de Mallorca, España, y creció en el barrio de Son Gotleu, donde el flamenco y la cultura gitana fueron su refugio y escuela, sus raíces provienen de más lejos. Es hija de exiliados políticos originarios de Guinea Ecuatorial, y ese mestizaje la habita con intensidad.

Antes de entregarse al canto, fue baterista y bajista, hasta que el rechazo que enfrentó por ser mujer en ciertos círculos musicales la empujó a tomar la voz como instrumento central. Así, en los clubes nocturnos de Madrid, allá por 1990, comenzó a cantar coplas —ese género lírico-musical profundamente arraigado en la tradición popular española, especialmente andaluza— y desde entonces su carrera no ha hecho más que escalar hacia la excelencia.

Buika ha trabajado con artistas de la talla de Me’shell Ndegeocello, Jason Mraz, Chucho Valdés, Pat Metheny, Chick Corea, Carlos Santana, Nelly Furtado y Anoushka Shankar, entre muchos otros. Su voz ha cruzado idiomas, estilos y fronteras, colocándola como una de las grandes figuras de la música contemporánea.

Aunque es difícil ser como ella, quisiera —aunque fuera por un instante— parecerme a ella. Porque Buika es ella misma, sin concesiones. Viene de la mezcla, del conflicto, de aquello que no cabe en una sola cultura. Es una voz sin etiquetas, un alma con piel de canto.

“Yo no tengo estilo. Tengo alma, y el alma no tiene etiquetas”.
— Buika

Por Dr. Pablo Valdez

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