lun. Abr 21st, 2025


La República Dominicana se ha visto envuelta en un proceso de transición hacia un sistema social, político y democrático desde la fecha en que se llevó a cabo el ajusticiamiento del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, el 30 de mayo de 1961, quien sometió a la nación de Duarte y Luperón, a una de las más férreas dictaduras de América Latina, durante más de 30 años.

La convulsión generada tras aquel necesario magnicidio, fue creando las condiciones para que el país de la bandera tricolor se organizara con el fin de enrumbar a la nación por el sendero de un Estado de derechos y garantías civiles y políticas.

Para estos fines y con distintos matices ideológicos, comenzaron a tomar fuerza organizaciones políticas ya existentes antes del 1961, como el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), del profesor Juan Bosch, el Movimiento Popular Dominicano (MPD), de Máximo López Molina, el Movimiento 14 de Junio (1j4), de Manolo Tavárez Justo, Unión Cívica Nacional (UCN), del Dr. Viriato A. Fiallo, fundada el mismo año del ajusticiamiento del tirano y luego, el Partido de la Liberación Dominicana, fundado también por el Profesor Bosch en 1973, entre otros.

La lucha por la democracia ha seguido su curso enfrentando grandes desafíos, vientos alisios y contralisios, altas y bajas que han sido sorteadas por el papel protagónico de grandes líderes como Juan Bosch y Peña Gómez, quienes se entregaron con pasión y determinación, a la causa misma de los padres fundadores de nuestra patria, cada uno de ellos desde su tribuna, hasta agotar los ciclos naturales que la biología impone.

Así mismo, por elementos circunstanciales que nos pone en frente el destino, las organizaciones políticas que sirvieron de plataforma a estos dos personajes de nuestra historia cercana, y que, en algunos casos se atomizaron, han cumplido su ciclo histórico, dando paso a otras fuerzas políticas, que emergieron por motivos y razones coyunturales de carácter interno, arrastrados por intereses particulares.

El PRM, nacido en el año 2016 como un desprendimiento del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el partido Fuerza del Pueblo, un producto de la desafortunada fractura del PLD, fundado y liderado por el tres veces presidente de la República Dominicana, el Dr. Leonel Fernández Reina en el año 2019, dominan el escenario político nacional.

El PRM preside, en la actualidad, la administración de la República, luego de haber obtenido un segundo triunfo electoral en las recién pasadas elecciones del 2024, obteniendo el partido Fuerza del Pueblo, un sólido y prometedor segundo lugar, con apenas 4 años de haber sido fundado, desplazando al PLD a un lejano tercer lugar.

A todo esto, la organización política identificada con el color verde y la cayena blanca, atendiendo a lo que establecen la ley de partidos y sus estatutos internos, se abocó a organizar un proceso de revisión de sus estatutos, auditoria y confirmación efectiva de su padrón de miembros activos, así como la renovación y digitalización del partido político.

En su primera etapa, dicho proceso, denominado “Congreso Franklin Almeida Rancier”, como homenaje póstumo al emblemático rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y miembro de la Dirección Política del partido verde, se cerró con un acto masivo que reunió a los órganos de dirección partidaria con el acompañamiento de representantes de la Junta Central Electoral (JCE), el evento mostró, sin lugar a dudas, el crecimiento y fortalecimiento de esta organización nueva que promete ser innovadora y apegada a la mística partidaria.

El discurso vertido en la conclusión del primer tramo del congreso, por el líder de la organización, Dr. Leonel Fernández, debe ser acuñado indistintamente, y en todas sus partes, por cada uno de los miembros altos y medios y, de manera especial, en el sentido de que el partido Fuerza del Pueblo, no debe ser asumido como un fin en sí mismo, sino que, este debe ser un instrumento, un medio por el cual el país que nos legaron nuestros padres fundadores, alcance aquello por lo que ellos lucharon, una nación libre, soberana y con el desarrollo económico que permita a cada ciudadano, resolver sus necesidades materiales, bajo un estricto estado de derechos.

El ex mandatario y líder opositor afirmó, como advertencia, que esto se conseguirá, si se deja de lado la arrogancia, estrechando la brecha con el pueblo, poniendo en práctica el concepto “partido-sociedad”, olvidando que en el partido se trabaja con el fin de obtener beneficios individuales. Instó además, a toda la membresía, a trabajar respetando a cada compañero, refiriéndose a estos con altura, sin denostarlos, “porque el Partido Fuerza del Pueblo, es más que una organización política, la FP es una familia y debe ser un referente moral, transparente y comprometido con la rendición de cuentas”.

Con el cierre de esta primera etapa, se dio inicio al “Congreso Elector Manolo Tavarez Justo”, que consiste en la renovación de las autoridades internas, lo que desde ya, promete ser un desafío para el principal partido opositor, puesto que, su líder ha catalogado a la organización como un ente democrático hacia adentro y hacia fuera, afirmación que nos permite inferir, que los legítimos aspirantes a cargos internos serán elegidos sin distinción, por las estructuras que integran el partido de corte progresista, mediante un libre proceso de votación, enmarcado en sus estatutos internos y la norma que rige a estas organizaciones privadas de interés público.

Por: Obed Pichardo.





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