Por Henry Zacarias
Cabral, Barahona, RD. (23 de abril 2025). — En el corazón del suroeste dominicano, el municipio de Cabral mantiene viva una de las tradiciones más emblemáticas y singulares del país: Las Cachúas, una manifestación cultural que fusiona herencias africanas, simbolismos religiosos y resistencia popular.
Durante los tres días posteriores al Viernes Santo, las calles de Cabral se llenan de color, música y energía con la presencia de las Cachúas, personajes enmascarados que, con sus vistosos trajes y el estruendo de sus fuetes, recorren la comunidad en una celebración que culmina con la tradicional quema del “Júa” o Judas.
Fotos cortesía del maestro universitario y artista plástico Román Castillo:








El “Júa”, un muñeco de trapo y paja que representa al apóstol traidor Judas Iscariote, es colgado en la plaza pública desde el Sábado Santo y permanece allí hasta el lunes siguiente al Domingo de Pascua. La quema del “Júa” simboliza la purificación y el rechazo a la traición, en una ceremonia que ha perdurado a lo largo de los años como un acto de justicia popular y expresión cultural.
Esta tradición, que ha sido reconocida como Patrimonio Folklórico de la Nación mediante la Ley 163-13, enfrenta desafíos en la actualidad debido a la falta de apoyo institucional y recursos para su preservación. A pesar de ello, la comunidad cabraleña continúa comprometida con mantener viva esta manifestación cultural, que no solo es una celebración, sino también un símbolo de identidad y resistencia.
Las Cachúas de Cabral son más que una festividad; son una expresión auténtica del alma del pueblo dominicano, que cada año renueva su compromiso con la cultura, la historia y la tradición.
Fuente: Profesor universitario y artista plástico, Román Castillo Espinosa
Coordinan por Grupo Crónicas: Helen M Terrero V y Evangelina de los Santos de la Rosa