sáb. Mar 15th, 2025


EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) decidió en su reunión de política monetaria de febrero de 2025 mantener su tasa de interés de política monetaria (TPM) en 5.75 % anual. Asimismo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) se mantiene en 6.25 % anual, mientras que la tasa de depósitos remunerados (Overnight) continúa en 4.50 % anual.

Esta decisión se fundamenta en la evolución reciente del entorno internacional, caracterizado por mayor incertidumbre global y tasas de interés externas elevadas por un período más prolongado de lo previsto. También se tomó en cuenta el buen desempeño de la economía dominicana, con una inflación que ha permanecido dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 % por 14 meses consecutivos. En efecto, la inflación interanual en enero de 2025 fue de 3.32 %, ubicándose entre las más bajas de América Latina en economías no dolarizadas.

Por su parte, la inflación subyacente—que excluye los precios de los componentes más volátiles de la canasta—se situó en 4.03 %, en línea con la meta. Los modelos de pronóstico del BCRD indican que tanto la inflación general como la subyacente se mantendrán dentro del rango meta durante todo el 2025, respaldadas por una política monetaria activa.

En este contexto de bajas presiones inflacionarias, el Banco Central ha reducido su tasa de interés de referencia en 275 puntos básicos desde mayo de 2023. A la par, ha adoptado medidas para incrementar la liquidez del sistema financiero, tales como:

  • Ampliación de las facilidades de reportos hasta un plazo de 28 días.
  • Eliminación de provisiones para operaciones interbancarias con títulos del BCRD o del Ministerio de Hacienda como garantía.

Asimismo, la Junta Monetaria aprobó la liberación de RD$35,355 millones en encaje legal, destinados a préstamos para viviendas, construcción e interinos. Sumado a la redención de títulos del Banco Central por RD$140 mil millones en el último trimestre de 2024, estas medidas representaron una inyección de liquidez de RD$175 mil millones al sistema financiero. Además, se extendió por un año la facilidad de liquidez rápida por RD$68 mil millones, evitando el impacto contractivo del retorno de estos pagos al BCRD.

Gracias a estas acciones, los niveles de liquidez del sistema financiero han aumentado significativamente, favoreciendo una reducción gradual en las tasas de interés bancarias, que continuará conforme opere el mecanismo de transmisión de la política monetaria. Así, se espera que este proceso impulse el crecimiento del crédito privado y la demanda interna en 2025.

Entorno internacional

En Estados Unidos, la economía se ha mantenido resiliente, con un crecimiento del 2.8 % en 2024 y un mercado laboral cercano al pleno empleo. No obstante, la inflación sigue por encima de la meta, situándose en 3.0 % en enero de 2025, lo que ha llevado a la Reserva Federal a pausar las reducciones de tasas de interés. En este contexto, el flujo de capitales hacia EE.UU. ha aumentado, provocando una apreciación del 7 % del dólar frente a otras monedas entre septiembre y enero, aunque ha mostrado señales de moderación en febrero.

En la Zona Euro, se proyecta un crecimiento de 0.9 % en 2025, afectado por tensiones geopolíticas. La inflación interanual se situó en 2.5 % en enero, cerca de la meta del Banco Central Europeo (BCE), lo que podría llevar al organismo a reducir su tasa de política monetaria este año.

En América Latina, ante la incertidumbre global y tasas de interés externas elevadas, varios bancos centrales han optado por pausar o moderar la reducción de tasas de interés, como en Chile, Colombia, Costa Rica, Paraguay, Perú, Guatemala y República Dominicana. Mientras tanto, Brasil y Uruguay han aumentado sus tasas de política monetaria en 275 y 50 puntos básicos, respectivamente, debido al resurgimiento de presiones inflacionarias.


En el mercado de materias primas, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) ha permanecido moderado, cerrando febrero en torno a los US$ 70 por barril, aunque persisten los riesgos asociados a conflictos geopolíticos en Medio Oriente.

Por su parte, el precio del oro mantiene una tendencia alcista, superando los US$ 2,800 por onza troy, impulsado por su uso como activo de refugio en un contexto de mayor incertidumbre económica y financiera.

Panorama económico nacional

En el ámbito local, la economía dominicana creció un 5.0 % en 2024, alineándose con su potencial, gracias al buen desempeño del sector servicios y la recuperación de la manufactura local y de zonas francas. Para 2025, organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyectan que el país mantendrá un crecimiento en torno al 4.5 %, ubicándose entre las economías de mayor expansión en la región.

El crédito privado en moneda nacional mantiene un ritmo de crecimiento saludable, con una variación interanual del 9 % en febrero de 2025. De igual forma, los agregados monetarios—como el medio circulante (M1), la oferta monetaria ampliada (M2) y el dinero en sentido amplio (M3)—se expanden a tasas consistentes con el crecimiento del PIB nominal, en línea con las proyecciones del Programa Monetario del Banco Central.

Las actividades generadoras de divisas registraron un desempeño positivo en 2024, destacándose:

  • Turismo: US$ 10,974 millones
  • Exportaciones totales: US$ 13,852 millones
  • Remesas: US$ 10,756 millones
  • Inversión extranjera directa (IED): US$ 4,512 millones, marcando el tercer año consecutivo por encima de los US$ 4,000 millones. Para 2025, se espera que la IED alcance aproximadamente US$ 4,700 millones.

En este contexto, el país ha logrado mantener la estabilidad del tipo de cambio, mientras que las reservas internacionales cerraron febrero en torno a US$ 14,800 millones, equivalentes a 11 % del PIB y cinco meses de importaciones, superando las métricas recomendadas por el FMI.

Es importante destacar que la economía dominicana posee sólidos fundamentos macroeconómicos, reflejados en una percepción de riesgo país más favorable en comparación con el promedio de América Latina y otras economías emergentes.

El Banco Central de la República Dominicana continuará monitoreando la evolución económica para adoptar oportunamente las medidas necesarias que garanticen la estabilidad macroeconómica y contribuyan a que la inflación se mantenga dentro del rango meta.



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