Lo ha sido siempre. El tema más sensible de las relaciones de la República Dominicana con Haití ha sido la migración. Y a lo largo de nuestra historia común compartiendo la isla eso ha tenido diferentes momentos, en ocasiones trágicos, como lo ocurrido en 1937 durante la dictadura.
Sin embargo, esta realidad ha venido creciendo superando aquel episodio. Las razones de ese trasiego constante de la migración son múltiples. La primera ha sido el nivel de desarrollo material que se ha dado en este lado, coincidiendo en paralelo el deterioro institucional y material de los haitianos.
Así, el Gobierno debe acogerse a los resultados del diálogo que ha llevado al CES para adoptar las medidas consensuadas.