Luis Abinader, presidente de la República. Foto/fuente externa
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – El presidente Luis Abinader rechazó este lunes el informe de Amnistía Internacional que acusa a República Dominicana de ejercer un «racismo estructural» contra la población haitiana y afrodescendiente, calificándolo como “absurdo” y cuestionando el enfoque de la organización en medio de la crisis que atraviesa Haití.
“Eso es absurdo, imagínate, en una sociedad de razas mixtas, de mulatos, (…) eso es absurdo. Amnistía lo que tiene es que trabajar y hacer lo que tiene que hacer y que sea un vocero a favor de pacificar a Haití, eso es lo que tiene que hacer”, declaró el gobernante al ser cuestionado sobre el tema en LA Semanal con la Prensa.
El informe de Amnistía Internacional denuncia supuestas expulsiones colectivas de haitianos, perfilamiento racial contra personas negras y restricciones a la libertad de expresión, además de señalar que defensores de derechos humanos han sido blanco de amenazas y ataques digitales.
La organización también criticó el incremento de discursos xenofóbicos en el país y exhortó a las autoridades dominicanas a abstenerse de emitir declaraciones que según el informe, estigmatizan a la población migrante.
Sin embargo, el Gobierno dominicano ha sostenido que sus políticas migratorias responden exclusivamente a la defensa de la soberanía nacional y al control de su frontera, negando cualquier motivación racial en sus medidas.
En reiteradas ocasiones, Abinader ha insistido en que República Dominicana no puede asumir la crisis haitiana y ha solicitado una mayor intervención de la comunidad internacional para atender la situación en el vecino país.
Crisis en Haití: una nación al borde del colapso
Desde el magnicidio del presidente haitiano Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021, Haití ha estado sumido en una profunda crisis política, social y económica. La falta de liderazgo ha generado un vacío de poder que ha sido aprovechado por bandas criminales, las cuales ahora controlan gran parte del territorio incluyendo la capital, Puerto Príncipe.
El incremento de la violencia, con secuestros, asesinatos y enfrentamientos constantes entre grupos armados, ha llevado al desplazamiento forzado de miles de personas, mientras que la escasez de alimentos y el colapso de las instituciones gubernamentales han agravado aún más la crisis humanitaria.
Ante esta situación, República Dominicana ha reforzado sus políticas migratorias y de seguridad fronteriza, argumentando que la inestabilidad haitiana representa una amenaza para la seguridad nacional. Abinader ha insistido en que la solución debe ser impulsada por la comunidad internacional, rechazando cualquier intento de trasladar la crisis haitiana al territorio dominicano y exigiendo un mayor compromiso de organismos como la ONU y la OEA para la pacificación de Haití.
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