Presidente Luis Abinader en su rendición de cuenta por ante la Asamblea Nacional.
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.– El presidente de la República convocó este jueves a todos los dominicanos a no ceder al pesimismo, a no dejarse vencer por la duda, porque el futuro que soñamos es posible y está al alcance de nuestras manos.
Así, en su discurso ante la Asamblea Nacional, donde rindió cuentas de su gestión correspondiente al 2024, Luis Abinader invitó a los dominicanos a poner cada uno su ladrillo para construir juntos la “gran obra nacional”, que es el país que merecen.
Dijo que su gobierno está colocando las primeras piedras para construir el gran edificio del desarrollo, el que aseguró no se levanta solo con decretos, ni con discursos, ni con buenas intenciones.
En ese sentido, manifestó que el edificio del desarrollo se levanta con el trabajo incansable de un pueblo que nunca se ha rendido, que se despierta antes del amanecer para ganarse el sustento.
“Con cada joven que se esfuerza en sus estudios, con cada emprendedor que arriesga y confía, con cada madre que lucha día a día para que sus hijos tengan un futuro mejor”, subrayó.
Abinader indicó que el compromiso del gobierno es abrir el camino, pero que el pueblo dominicano es al que le corresponde recorrerlo.
“Podemos diseñar el plano del país que soñamos, pero solo con el esfuerzo de todos podremos edificarlo”, expuso el jefe de Estado.
Predijo que “si trabajamos juntos, si nos unimos en propósito y corazón, nada ni nadie podrá detenernos” para conseguir el destino glorioso de la nación dominicana.
Reflexionando afirmando que los dominicanos no es un pueblo condenado al atraso, sino más bien llamado a la grandeza.
“No somos una nación que teme al futuro, somos una nación que lo forja con sus propias manos. No somos espectadores de nuestra historia, somos sus protagonistas”, expuso el mandatario.
El presidente de la República definió a los dominicanos como resilientes, que han superado adversidades y aún, así siguen adelante con esperanza.
También resaltó lo ingenioso del dominicano, señalando que, en cualquier rincón del mundo, encuentra la manera de destacar y triunfar.
Igualmente, destacó el espíritu de solidaridad del jefe de Estado, siempre dispuesto a ayudar a los demás con sus logros como si fueran propios.
Abinader emuló una frase del patricio Juan Pablo Duarte que reza así: ¡Trabajemos por y para la Patria que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos!
Manifestó que el ejercicio de la política solo tiene sentido “si nos permite, con los cimientos del país que somos, construir el país que seremos”.
Dijo que el país que los dominicanos vislumbran en el horizonte no será la obra de un solo hombre o mujer ni de un solo gobierno. “Será la gran obra de nuestra generación, un esfuerzo colectivo donde cada dominicano, con su trabajo y su compromiso, colocará su piedra en la edificación de un futuro mejor”, complementó.
Dijo que su gobierno ha estado sembrando las bases de esa transformación, “colocado muchas primeras piedras. Y cada una de ellas es una promesa, una puerta abierta hacia un porvenir de progreso y dignidad”.
CONSTITUCIÓN, REELECCIÓN Y DEMOCRACIA
El presidente Abinader rememoró su decisión de modificar la Constitución dominicana para, a su juicio, evitar tentación del poder sin límites, “para que nunca más el destino de nuestro país dependa del capricho de un solo hombre”.
En ese sentido, expresa que hoy la democracia dominicana es fuerte, porque pertenece a su pueblo y no a sus gobernantes.
Por igual, enarbola haber desterrado la injerencia política en el Ministerio Público, para que la ley sea la misma para todos, sin privilegios ni impunidad. “Porque en un país justo, el poder se somete a la ley y no la ley al poder”, añade.
Como logro también cito la construcción de un muro físico y tecnológico que resguarda la identidad dominicana y protege a los dominicanos, “porque la soberanía no se negocia ni se entrega, se defiende con determinación y responsabilidad”.
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