San Juan de la Maguana, R.D. (17 de junio de 2025).-Una fuerte confrontación ha estallado en el seno de la comunidad evangélica de la provincia San Juan tras la sorpresiva aparición de un grupo de supuestos pastores que manifestaron públicamente su apoyo a los estudios ambientales autorizados por el Ministerio de Medio Ambiente para el controvertido Proyecto Romero, auspiciado por la minera canadiense GoldQuest Mining Corp.
Bajo el lema “San Juan necesita saber”, este grupo ofreció una rueda de prensa que generó un inmediato y contundente rechazo por parte de las principales confraternidades cristianas de la región, quienes acusan a los firmantes de falsedad, manipulación y traición espiritual.
“¡Son lobos vestidos de ovejas! No representan a ninguna iglesia reconocida, no forman parte de ninguna confraternidad legítima, y su objetivo es confundir al pueblo de Dios con mentiras financiadas por intereses extranjeros”, denunció un reconocido pastor en un influyente grupo de WhatsApp, el nombre del reconocido líder religioso nos lo reservamos para preservar su identidad ya que no estamos autorizados a mencionarle, pero si nos consta que es un verdadero líder de la comunidad cristiana sanjuanera.
Diversas confraternidades como COMIESJ, Visión de lo Alto, ALPAMIS, el Bloque de Pastores del Córbano Sur y la Comunidad Esperanza Viva de Villa Liberación, emitieron una declaración conjunta en la que reiteran su oposición total a la explotación minera en la Cordillera Central, citando no solo el daño ambiental irreversible, sino el riesgo directo a la salud de las comunidades campesinas, al agua potable y a la agricultura del Valle.
“¡El agua vale más que el oro! El valle es herencia divina, no vamos a permitir que lo destruyan con cianuro disfrazado de progreso”, advirtieron.
También cuestionaron la integridad del grupo que apoya la GoldQuest:
“De los que hablaron a favor, solo uno tiene credenciales pastorales reales; los demás ni iglesia tienen. ¿Quién los financia? ¿Por qué mienten?”, se preguntaron líderes evangélicos en redes sociales, donde calificaron la rueda de prensa como “una traición profetizada”.
En un llamado cargado de fe y resistencia, citando el libro de Josué, los pastores instaron al pueblo cristiano a levantarse con fuerza espiritual y civil contra la amenaza minera, anunciando una marcha masiva por la vida y el agua en las próximas semanas.
La controversia coloca en el centro del debate nacional no solo el futuro ambiental de la región, sino también la legitimidad moral y espiritual de quienes se atribuyen vocería religiosa en nombre del pueblo.
“¡No cederemos lo que el Señor nos dio! No hay mina que pague el agua del cielo”, concluyeron en su declaración final.
Fuente: TVCrónicas/CRÓNICA FM RADIO/LAURA EN SOCIEDAD, SOLÍS INFORMA
Coordinan por Grupo Crónicas: Evangelina de los Santos de la Rosa y Helen M Terrero V
