EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.– El presidente Luis Abinader consideró este lunes que, hay muchos países que muestran señales de agotamiento ante la prolongada crisis haitiana, pero reiteró que República Dominicana no puede permitirse ese cansancio y debe seguir demandando la atención de la comunidad internacional.
“Yo pienso que hay muchos países cansados de los problemas de Haití. Los que no nos podemos cansar somos nosotros, y seguir pidiendo que se ocupen y asuman la responsabilidad como líderes de la comunidad internacional”, expresó el mandatario al retomar el encuentro LA Semanal con la Prensa, luego de su viaje oficial por Francia, Suiza y Brasil.
Durante su comparecencia, Abinader presentó los resultados del periplo internacional que incluyó reuniones bilaterales con los presidentes Emmanuel Macron, de Francia; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Rodrigo Chaves, de Costa Rica. También se reunió con el rey de Jordania, Abdalá II bin Al Hussein, y participó en la Conferencia de la ONU sobre los Océanos y el Foro Brasil-Caribe.
Sobre el tema haitiano, explicó que tanto Macron como Lula manifestaron preocupación y disposición de colaboración. Detalló que Francia ya ha comenzado a suministrar equipos militares a la misión de seguridad en Haití liderada por Kenia, y que continuará ofreciendo apoyo en la medida de sus posibilidades.
“Ambos países, y los felicitamos por eso, han apoyado la misión, y les informamos que se está planteando una misión híbrida, respaldada por Estados Unidos y otros organismos. Tanto el presidente Lula como el presidente Macron están al tanto y preocupados”, afirmó.
Indicó que, si bien con Lula el tema fue tratado de forma más breve, el líder brasileño reafirmó su disposición a colaborar, y así lo dejó establecido también en su discurso durante el foro regional.
Situación en Haití:
Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, Haití se ha visto sumido en el caos, con un gobierno débil e incapaz de controlar el territorio nacional. Las bandas armadas han tomado el control de gran parte de Puerto Príncipe y otras regiones, provocando desplazamientos masivos, cierre de escuelas y hospitales, así como una grave escasez de alimentos, medicinas y servicios básicos. La inseguridad ha obligado a miles de haitianos a huir de sus hogares, y la población enfrenta diariamente secuestros, extorsiones y violencia indiscriminada.
Ante ese escenario, la República Dominicana ha venido alzando su voz de manera insistente en los foros internacionales, reclamando una acción urgente y coordinada para evitar que la crisis haitiana derive en un conflicto de mayores proporciones. El Fobierno dominicano ha advertido ante la ONU sobre el riesgo de que la inestabilidad en Haití desborde las fronteras y afecte la seguridad regional, reiterando que la comunidad internacional no puede permanecer indiferente ante el deterioro institucional y humanitario en el país vecino.
A lo interno, el Gobierno dominicano ha adoptado una serie de medidas para proteger su territorio y garantizar la soberanía nacional. Entre ellas, se han anunciado reformas legales para sancionar con mayor severidad a quienes faciliten la inmigración irregular, incluyendo empleadores y propietarios de inmuebles.
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