El encuentro entre el presidente Luis Abinader y los exmandatarios Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina deja, sin dudas, una buena sensación. Manda una señal de unidad nacional frente a un tema con efectos múltiples sobre la vida de la República Dominicana.
Cohesionar la política de Estado frente a la problemática haitiana nos permite fortalecernos para poder encarar las complejidades políticas, económicas y sociales de nuestro país, pero igual estar atentos a la gravedad de la crisis del vecino país, la que para el más de los optimistas presenta unas expectativas nada esperanzadoras de solución.
Y sin una salida a la vista, los temores apuntan a un agravamiento. Una crisis humanitaria.