Hoy no es un día cualquiera. Hoy celebramos el corazón que late detrás de cada aula, las manos que siembran ideas, las voces que despiertan el pensamiento, y las miradas que creen en el potencial humano, incluso cuando nadie más lo hace.
Hoy celebramos a cada maestro y maestra de esta patria, sin importar el lugar desde donde sirve: aula, dirección, coordinación, limpieza, cocina, gestión, instancia técnica: distrito, regional, Sede-Minerd o instituciones descentralizadas… Porque todos forman parte del alma de la educación.
A ti, maestro, maestra…
que enseñas desde un escritorio, una pizarra, una pantalla, una oficina o en el campo; que acompañas, diriges, supervisas, sirves, evalúas o simplemente escuchas; que madrugas por vocación y te desvelas por compromiso…
Gracias, por enseñar, aunque falten recursos, por creer, incluso cuando otros dudan. Gracias por sembrar un futuro en tierra difícil, y por dar más de lo que exige el deber.
Hoy te abrazo en nombre de la gratitud.
Gracias por no rendirte cuando todo parece cuesta arriba. Gracias por ser más que un título: por ser guía, faro, refugio y puente. Gracias por seguir creyendo que la educación transforma, aunque el mundo a veces parezca olvidar su valor.
No importa si tu función está en la gestión, en el aula, en la orientación o en la limpieza de un centro educativo. ¡Eres parte vital de esta gran obra que llamamos futuro!
Tu función no es pequeña: ¡Es sagrada!
Feliz Día del Maestro.
Que nunca falte el respeto que mereces, ni la esperanza que te impulsa. Hoy, y cada día, tu trabajo deja huellas… eternas.
📖 Eres guía, eres ejemplo, eres esperanza.
💛 Tu trabajo deja huellas eternas.
¡Feliz Día del Maestro!
Hoy y siempre, gracias por tanto.
💫Con profunda admiración,
— Nicodemo Abreu Sánchez,
Técnico Docente Nacional de Supervisión Educativa